Artículo de Oscar García y Mari Carmen Amor, profesionales de ADACE CLM, quienes en un artículo publicado en DIARIO SANITARIO cuentan desde su experiencia cómo el ocio ayuda a mejorar el bienestar emocional, la reducción del nivel de estrés o la reintegración social de las personas con DCS, mientras se trabajan de manera práctica aspectos de estimulación cognitiva o habilidades motoras.

Óscar García Carreño y María del Carmen Amor Lozano, monitor de ADACE CLM en Albacete y auxiliar administrativa en los Servicios Centrales, participante en las Vacaciones de Verano 2023 de la entidad.

OCIO COMO ELEMENTO REHABILITADOR

Fomentar actividades de ocio entre las personas afectadas por DCS es imprescindible por la gran cantidad de beneficios que genera en ellas, siendo otra forma más de avanzar en sus procesos de rehabilitación.

A través del ocio se estimula cognitivamente a las personas afectadas. Actividades como rompecabezas, juegos de mesa o la lectura ayudan a mejorar la concentración, la memoria y las habilidades de resolución de problemas, así como a activar la plasticidad cerebral.

También puede ser beneficioso para mejorar las habilidades motoras. Jardinería, danza o yoga sirven para aumentar la coordinación, el equilibrio o la fuerza física, contribuyendo tanto a una rehabilitación física como a promover la independencia en las tareas diarias.

Pero el ocio también tiene un componente psicológico. El DCS a menudo se asocia con altos niveles de estrés y una disminución del bienestar emocional. En este sentido, actividades lúdicas como escuchar música o la pintura son una vía de escape y una distracción positiva. La participación en grupos de apoyo también promueve la comunicación, el intercambio social y la autoexpresión.

Finalmente, la mayoría de las actividades de ocio que impulsamos en ADACE CLM tienen un último componente: fomentan la reintegración social, al dar oportunidad a las personas participantes para interactuar, desarrollar nuevas amistades y fortalecer las habilidades de comunicación. Una experiencia que se multiplica en vacaciones o viajes con iguales, como luego nos contará Mari Carmen.

Sin embargo, no todas las personas con DCS tienen capacidad de retomar el ocio de manera normalizada. En algunos casos, dependiendo de la zona del cerebro afectada, encontramos personas con déficit de funcionamiento ejecutivo a nivel de planificación, apatía, indiferencia por el medio, depresión, ansiedad ante nuevas metas…

En estos casos, la participación de la persona en actividades de ocio debe trabajarse con un itinerario individualizado y teniendo en cuenta sus gustos, de manera que el proceso sea más sencillo y adaptado. Para lograrlo se establecen objetivos de corto a largo plazo, pautando las actividades y tiempo de participación en ellas.

También es clave contar con todas las adaptaciones necesarias, tanto físicas como cognitivas, y brindar apoyo de profesionales, familiares o amigos en este proceso. Por eso es importante contar con el entorno más cercano para esta reeducación en el ocio, alternando actividades que pueda realizar con sus seres queridos para fomentar las relaciones familiares, con otras que se practiquen en un ambiente distinto al habitual, para trabajar la autonomía y la integración en nuevos grupos.

VACACIONES DE VERANO: CARGANDO LA MOCHILA DE FELICIDAD

Durante las Vacaciones de Verano de ADACE CLM las personas usuarias sienten que pueden actuar tal y como son, sin que se les mire de forma diferente. Al igual que las familias, tienen un sentimiento de protección y seguridad en un ambiente donde se sienten arropados.

Después de tres años sin poder realizarlas por la pandemia del COVID-19, este mes de junio cerca de 30 personas con DCS, algunas acompañadas por familiares, y apoyadas por un grupo de profesionales y voluntarios de la entidad, pasamos una semana en tierras valencianas (ver resumen de actividades aquí).

Para muchas de ellas, que durante el año viven solas, las vacaciones suponen que, por unos días, abandonan su soledad y compartan su día a día. Se sienten apoyadas y valoradas.

Son días intensos donde las familias comparten confidencias, necesidades e inquietudes, y en los momentos de respiro encuentran la comprensión de los demás, cuando transmiten que viven situaciones donde la paciencia alcanza el límite.

Hay que destacar y agradecer que el personal del hotel donde nos alojamos fue amable, cariñoso y siempre pendiente de atender las necesidades de nuestra gente, facilitando que disfrutaran como cualquier persona en sus días de vacaciones, sin juzgar su modo de actuar, que, por su discapacidad, no siempre es el que la sociedad considera más adecuado.

El equipo profesional de ADACE CLM, que aporta apoyo incondicional, generosidad y dedicación, hace de su trabajo una forma de vida. Una dedicación plenamente compensada con el optimismo, positividad, afán de superación, cariño y agradecimiento que tanto las personas usuarias como las familias nos han transmitido.

Todo un chute de energía para seguir luchando por los derechos de todas y cada una de ellas. Por todo lo vivido y, según palabras textuales de una familiar, nos vamos con la mochila cargada de felicidad.