Artículo publicado por DIARIO SANITARIO sobre este recurso residencial para personas jóvenes con daño cerebral sobrevenido, el único específico en España para dar respuesta y atención a este colectivo a través de un programa de alojamiento y convivencia.

Laura García Sanz, terapeuta ocupacional y coordinadora de la Vivienda Tutelada para personas jóvenes con DCS de la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla-La Mancha (ADACE CLM)

Cuando una persona joven sufre un daño cerebral, su entorno se vuelca de tal manera en ella que suelen terminar por sobreproteger al familiar y provocar una situación de codependencia que limita sus oportunidades de crecimiento personal y autonomía.

En 2009, ADACE CLM puso en marcha esta Vivienda Tutelada que forma parte de los diferentes programas que la Asociación gestiona desde hace más de 20 años, con el objetivo de impulsar la autonomía personal de las personas usuarias, ayudándolas a recuperar el rol perdido, mejorar su calidad de vida y la de su familia, y facilitar su inserción formativa y laboral.

Metodología de trabajo

La labor que realizamos se basa en una metodología de planificación centrada en la persona, dirigida a la consecución de objetivos planteados entre el equipo profesional tanto de la Vivienda como de ADACE CLM, cada usuario y la familia, teniendo en cuenta sus intereses y necesidades.

Se entrenan de forma gradual las actividades de la vida diaria adaptándose al ritmo y evolución de cada persona. Se comienza con aspectos como la adquisición de hábitos y rutinas organizadas mediante un horario individualizado, y continuamos con las funciones más básicas: tareas de aseo, higiene personal, vestido, alimentación, rutinas de sueño y descanso.

Posteriormente, se ejercitan actividades instrumentales relacionadas con el mantenimiento del hogar (elaborar un menú semanal y la lista de la compra, realizar compras, cocinar, limpiar las dependencias de la vivienda…) y, finalmente, se incorporan actividades avanzadas de mayor complejidad, como la gestión económica, el uso del transporte público o la orientación en la ciudad para poder moverse de manera independiente.

También la gestión de la Salud es un capítulo muy importante: asistir a citas médicas y saber cómo solicitarlas; conocer a los especialistas que visitan, el motivo por el que acuden, llevar un seguimiento de su historial…

En un primer momento, en todos los entrenamientos, se les presta apoyo, incluso ayuda física si la requieren, y según van adquiriendo autonomía, se van retirando hasta que finalmente los ejecutan de manera autónoma, con supervisión si la situación lo requiere.

Por otro lado, también se facilitan estrategias para hacer posible la ejecución de las tareas sin apoyo, según las secuelas físicas o cognitivas. Ayudas y adaptaciones que pueden ser carteles informativos para orientarse, el uso de temporizadores, alarmas o agendas para gestionar el tiempo de manera eficiente o adaptaciones físicas para manipular instrumentos de cocina.

Integración en la Comunidad

También dedicamos especial atención a la participación social en actividades en la comunidad, el uso de los recursos y el desarrollo de actividades de ocio. El ocio es indispensable para crear lazos y pertenencia a grupos de iguales.

El entrenamiento se centra en dotarles de información y herramientas para que conozcan la oferta de actividades que existe en la ciudad donde viven, tanto de actividades culturales como lúdicas. Además, se organizan excursiones para fomentar la convivencia entre las personas usuarias.

Por último, no podemos olvidar el trabajo con las familias, que es esencial, proporcionándoles estrategias para intervenir en el hogar, brindándoles apoyo emocional y herramientas para reducir la sobreprotección. La conexión y comprensión mutua son claves para el éxito de este proceso.

La Vivienda cuenta con una capacidad de 5 plazas y su equipo de trabajo está formado por una terapeuta ocupacional, en calidad de coordinadora, y siete monitores que trabajan a turnos para dar servicio las 24 horas.

Además, funcionamos de manera coordinada con el equipo profesional del Centro de Atención Directa de ADACE CLM en la ciudad para desarrollar programas de rehabilitación funcional física y cognitiva, así como atenciones individuales de neuropsicología. Asimismo, desde la Fundación Carmen Cabellos, contamos con los servicios de la preparadora laboral que se encarga directamente del Programa de Búsqueda Activa de Empleo.

Un recurso residencial imprescindible en el desarrollo personal de los jóvenes afectados por daño cerebral sobrevenido y cuya existencia es posible gracias al respaldo de la Administración regional y al apoyo que nos proporcionan otras instituciones y entidades como la Diputación provincial, la Fundación ONCE o Fundación “la Caixa”.

No obstante, es necesario resaltar la escasez de plazas existente y la necesidad urgente de aumentarlas, brindando alas a más jóvenes para que puedan vivir nuevamente adaptándose a sus nuevas realidades. La Vivienda Tutelada de ADACE CLM no sólo ofrece un hogar. Ofrece la oportunidad de volver a volar.