Este programa dirigido impulsar la independencia y autonomía de las cinco personas residentes en la Vivienda Tutelada que tenemos en Albacete ha contado durante un año con el respaldo de Fundación ‘La Caixa’ a través de su convocatoria de ayudas “Viviendas para la inclusión social”.

Gracias a este apoyo de Fundación ‘La Caixa’ hemos podido desarrollar el proyecto consiguiendo resultados muy favorables y dando un servicio de calidad a las personas con DCS usuarias de la Vivienda Tutelada, teniendo en cuenta además que en el período de vigencia del proyecto (de octubre de 2020 a octubre de 2021) el trabajo profesional se ha visto afectado por la situación de pandemia.

El equipo de la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla-La Mancha (ADACE CLM) ha realizado un gran esfuerzo para poder seguir ofreciendo servicio a las cinco personas jóvenes que residen en la Vivienda Tutelada y a sus familias, de manera no presencial cuando estaba cerrada y actualmente, de forma presencial, garantizando que estamos capacitados para afrontar cualquier situación que pueda surgir en adelante para seguir dando la atención a las personas usuarias del recurso.

En este tiempo, se han conseguido los objetivos que se habían marcado tanto en la adquisición de competencias para la realización de Actividades de la Vida Diaria (AVDs), a nivel conductual y también en el aspecto formativo y laboral de las personas residentes.

En este período se han desarrollado más de 1.400 actividades relacionadas con el entrenamiento de AVDs, una decena de salidas de ocio y tiempo libre, más de 700 sesiones de apoyo individualizadas, tanto con las personas residentes como con sus familias, además de seguimiento y respaldo en el proceso de capacitación laboral y empleabilidad.

El Proyecto de fomento de la vida independiente para jóvenes con DCS de ADACE CLM pretende fomentar la vida social y laboral de personas jóvenes afectadas de DCS a través de la convivencia fuera del entorno familiar, trabajando siempre con una metodología centrada en la persona, y teniendo como fin el empoderamiento de las personas usuarias y la recuperación de su rol.

La vivienda es un recurso para que estos jóvenes puedan capacitarse y aprender los hábitos y actividades necesarios para el desenvolvimiento de su vida diaria, incluyendo todo tipo de tareas cotidianas, llegando de esta manera a transformar su propio entorno, pudiendo llegar a una vida independiente plena.