Un servicio orientado tanto a personas afectadas con daño cerebral como a sus familias, y que en el caso de estos últimos se centra en proporcionarles asesoramiento y ayuda social y neuropsicológica para conocer cómo manejar la situación a la que se enfrentan, ofreciéndoles mecanismos para canalizar una adecuada ventilación emocional.
Este programa se ofrece en todos los centros con los que ADACE CLM cuenta en Castilla-La Mancha y se presta por parte de la trabajadora social y la neuropsicóloga de cada provincia, con el apoyo puntual de la responsable jurídica de la Fundación Tutelar de Daño Cerebral de Castilla-La Mancha (FUNDACE CLM) en aquellos casos en que sea necesaria su intervención. También se dota del trabajo de las terapeutas ocupaciones si así se demanda.
El método de trabajo se centra en tratar de manera personalizada a cada una de las personas que participan en el Programa, ya sean afectadas por daño cerebral como familiares, lo que requiere una atención adaptada a las necesidades de cada una de ellas. Esta atención puede ser individual o grupal.
En el caso de la asistencia individual familiar, se realiza una evaluación de la situación familiar para conocer las dificultades existentes y establecer unos objetivos y metas a alcanzar.
Por su parte la actuación colectiva se realiza a través de los Grupos de Apoyo, formados por familiares que se ayudan mutuamente, haciendo más manejables los problemas a los que se enfrentan ante una situación de daño cerebral mediante la expresión de sentimientos y el compartir experiencias enriquecedoras.
En total existen 8 de estos grupos en los diferentes Centros de Atención Directa de la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla-La Mancha (ADACE CLM), el último de ellos en ponerse en marcha el de Ciudad Real, iniciado en el primer semestre de 2021.
A estas acciones de apoyo individual y colectivo hay que sumar las actividades y talleres de Respiro Familiar, así como las salidas de ocio, que permiten a las personas cuidadoras tener espacios propios para disfrutar y relacionarse, sin tener que realizar únicamente la tarea de cuidar.
Desde la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla-La Mancha consideramos fundamental este apoyo a familiares, ya que la convivencia con las personas con DCS es muy estresante para ellos y, en muchos casos, provocan que cada vez se vayan quedando más solos, lo que repercute en problemas de ansiedad, musculares e incluso en depresión, que hay que atajar cuanto antes para que no degeneren en cuadros clínicos de difícil curación.