En mayo de 2017 a Rosa Ramón González le cambió la vida de manera radical con tan solo 16 años. Junto con unos amigos iba en bicicleta a pasar el día en un río próximo a su pueblo. Al llegar a una curva se cruzó con un coche y, para esquivarlo, cayó al suelo golpeándose la cabeza. Sufrió un traumatismo craneoencefálico que le provocó un daño cerebral.
Cumplió los 17 años en el Hospital General de Albacete, tras algunos meses en coma. Al despertar tenía la parte derecha del cuerpo paralizada y no podía hablar. En este centro y en el Perpetuo Socorro comenzó su rehabilitación hasta que le dieron plaza en el Instituto de Enfermedades Neurológicas (IEN) de Guadalajara, donde estuvo algo más de un mes, período donde se recuperó de manera muy satisfactoria de sus secuelas físicas.
Según confiesa esta recuperación ha sido “lo más difícil que he hecho en mi vida”, ya que era muy doloroso y frustrante ver cómo tenía partes de su cuerpo paralizadas y no poder moverlas. Este sentimiento le llevó a esforzarse más allá de las sesiones habituales, ella continuaba los ejercicios en su propia habitación, “ya que cuanta más recuperación veía, más quería”.
A raíz del accidente, se ha convertido en una persona que cada vez se exige más, también en materia formativa. Por ello, y ante la dificultad que le supuso volver a retomar los estudios, el respaldo profesional que le proporcionamos en ADACE CLM “es fundamental porque yo sola no podría” con el módulo de Técnico de Integración Social que está cursando.
Determinación y crecimiento personal
Rosa es una persona que, tras sufrir el DCS, ha madurado, ha aprendido a poner límites y gracias a la determinación que tiene, se marca objetivos muy realistas y alcanzables, que le ayudan a mejorar en su recuperación y en su día a día, señala Llanos Marcilla, la neuropsicóloga de ADACE CLM en Albacete, una de las profesionales que apoya a Rosa en su rehabilitación.
En este sentido, Llanos Marcilla destaca que Rosa, por los estudios que está realizando, tiene muy claro que deben respetarse los derechos de las personas con discapacidad. La propia Rosa señala en el vídeo que os mostramos que hay gente “que no entiende qué es un daño cerebral. Ven que estás bien y no comprenden que yo no entienda algo y que deban explicármelo de otra forma para que pueda hacerlo”.
Rosa se muestra muy agradecida por el respaldo que recibe de Llanos pero también de otros profesionales del equipo de ADACE CLM (Oscar quien le ayuda con las técnicas de estudio o Manuel con sesiones puntuales de Fisioterapia), que le sirven como soporte y le dan fuerza, ya que le hacen ver todo lo que ha avanzado y recuperado y “aunque te quedan cosas por conseguir, te enseñan que tienes que estar orgullosa de lo logrado”.

En el tiempo que lleva recibiendo nuestro apoyo profesional, Rosa ha evolucionado de sus secuelas y lleva una vida independiente, compartiendo piso con otros estudiantes y siendo una joven más de su edad. Pero el DCS “me ha cambiado la forma de pensar y de entender el mundo, ves las cosas de otra manera”.